domingo, 1 de febrero de 2009

LIBURUAK (biblioteques de barcelona)





Creo que soy un tipo muy alegre que se esconde detrás de “Ser siniestra es mi vocación” y drama Coixete.
La mayoría de la gente me cuenta sus problemas... con lo que tengo en casa.
La conversación (el monologo) suele terminar en: “R es necesario vestirse de tantos colorines”

La cosa va así:
Te chupo la polla a las 7:30 a.m. debajo de la ducha y salgo dando saltitos, cuando digo saltitos es literalmente, cantando canciones Pop para una vida mejor, hasta que en el semáforo me gritan: “R haz el favor de estarte quieto”
Comprendo que si eres de los que tienes mal despertar puedo llegar a desesperar.
Cuando llego a la oficina, (en Cataluña), (cuando trabajaba) la cosa se pone tensa por que llevo una sonrisa de oreja a oreja. Cuatro horas después alguien pregunta ¿y este de que se ríe?...en Santander no, porque a esas horas ya conoce “tu gran noche” anterior toda la oficina.



También soy muy pacifico.
Si tu no te metes conmigo, tan tranquilo...es importante no darme de beber.
En parvulitos y después, siempre era el más birria.
A mi me dabas papel y cuatro lápices y me pasaba la tarde. Tarde o temprano siempre venia el matón de clase a liarla. Te empujaba, me sacaba de la línea que estaba pintando, le arreaba una patada en la espinilla o en los cojones y santas pascuas. Seguía dibujando, que era lo que me gustaba. Al rato llegaba la profe con el matón llorando. Miraba para arriba, pestañeaba, extendía el dibujo para que lo viera la profe...la profe se quedaba encantada, le pegaba una colleja al malo y lo sacaba de las orejas al pasillo al grito de “¿cómo has podido meterte con el chiquitín?”



Todo este rollo es para contar que no voy amargado por el mundo.



Esta semana, un día cualquiera, me levantó hora y media antes, ¿no se para que?,
para desayunar tranquilamente, escoger la b.s.o. del día, escoger el tono de las zapas con la camiseta y largarme a la biblioteca del barri dando saltitos besando la bolsa de Muji traída de Japón, regalo del otro R y con la R estampadita.
Llego a la nueva biblioteca, monísima.
Miro arquitectura, miro lo acertado del tono de las sillas con el pavimento, me pongo en la fila con mis libritos, todo muy Duduá, Duduá.
Me giro ¿y que veo? una pared entera con folletos en todos los colores e idiomas.
Abandono la fila y miro de abajo a arriba ,de derecha a izquierda, a veces puedo ser muy japo. NADA.
Lo vuelvo a repasar. NADA.
Vuelvo para la fila, me pongo colorado, llega mi turno, devuelvo los libros y...

R: ¿sería tan amable de darme un folleto de esos en castellano?

Funcionaria que hace de buena...Ay! Es que no los editan...me inclino hacia ella, ella me da un papelito con un teléfono, yo les llamaría y los montaría un pollo.

Funcionaria que hace de mala...si los editan pero se han agotado (esto es lo que más se repite)...es que hay mucho sudaca...
mira toda la fila llena de sudacas...
sudaca...americanos, termina la frase.

R: pues yo soy español y también hablo castellano.

Puedo entender que se hayan agotado...puedo entender que editen más en francés que en castellano, conociendo el barrio,
pero que hagan el mismo numero de folletos en swahili,
son ganas de molestar y decir lo vas ha encontrar en veinte idiomas pero no en castellano...


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1 comentario:

  1. si algo no consigue usted con su caída de pestañas es porq no se ha inventado...

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